Empaques activos: un aspecto clave para afrontar la pérdida de alimentos perecederos
Publicación: 15 de Marzo de 2024
Dra. Pamela Celeste Flores Silva,Dr. Ernesto Hernández Hernández,
Dr. Israel Sifuentes Nieves,Dr. Eduardo Ramírez Vargas
Departamento de Materiales Avanzados del CIQA
La pérdida de alimentos es uno de los grandes desafíos de nuestra época, afecta la seguridad alimentaria, la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios y representa entre el 8 y 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por tanto, dar prioridad a la reducción de la pérdida de alimentos es fundamental y representa una oportunidad de conseguir un triple beneficio (ONU, 2022).
La pérdida de alimentos se refiere a la disminución de la cantidad de alimentos para consumo humano que ocurre en las etapas de producción, postcosecha, almacenamiento y distribución; o sea, durante las etapas previas al consumo en el hogar. Por lo tanto, los empaques de alimentos juegan papel primordial para lograr la conservación y protección de los alimentos a lo largo de la cadena de distribución. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ha incitado a buscar innovaciones tecnológicas, entre las que destacan empaques apropiados, que ayuden a disminuir la pérdida de alimentos (FAO, 2020). Por ello, los empaques activos han recibido gran interés, ya que además de proteger físicamente a los alimentos, los componentes adicionados promueven la incorporación, liberación o absorción de sustancias activas que mantienen las propiedades inherentes del alimento, prolongando así su vida de anaquel.
La comunidad científica-tecnológica ha enfocado sus esfuerzos en desarrollar empaques activos, buscando que además tengan un menor impacto ambiental que los empaques tradicionales. Debido a esto, los desarrollos se han enfocado principalmente en utilizar biopolímeros para evitar el uso de plásticos sintéticos y tener una mayor compatibilidad entre los materiales. Sin embargo, se prevé que la producción mundial de plásticos convencionales aumente un 36% o más a corto plazo y se incremente exponencialmente de aquí a 2030 (Lau, 2021). Por tanto, su sustitución por biopolímeros llevará tiempo y no supondrá un cambio instantáneo.
No obstante, nuevos enfoques como el reciclaje se están convirtiendo en una herramienta fundamental para reducir el impacto ambiental de los empaques plásticos. Recientemente la primera planta de reciclaje de PET grado alimenticio en Latinoamérica informo que produce PET reciclado (rPET) con 87 % menos de emisiones de carbono equivalente que el material virgen (ALPLA, 2024). Además, se comprometió a producir en México rPET grado alimenticio para botella. Esto impulsa los esfuerzos para seguir buscando estrategias y soluciones para fortalecer y promover el reciclaje a nivel nacional. A la par de innovar en el uso de estos materiales proporcionándoles un valor agregado que resulte de interés tanto para el consumidor como para el sector privado. Una estrategia, es emplearlos como matriz de empaques activos y sustentables para la industria alimentaria, con el objetivo de combatir la pérdida de alimentos perecederos.
En el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) se han logrado desarrollar películas activas de PET reciclado post-consumo con complejos de inclusión de aceites esenciales. Los resultados obtenidos hasta el momento son alentadores, ya que el proceso de extrusión ha permitido lograr una distribución homogénea de los complejos de inclusión en el polímero (rPET), sin afectar sus propiedades mecánicas. Además, las películas activas retrasaron el crecimiento de hifas de Penicillium ssp., aún despuesdespués de ser sometidas a un segundo proceso de extrusióon (reciclaje), corroborando el efecto antifúungico de los complejos activos base extractos naturales en el empaque (Flores-Silva et al., 2023). Los retos que presenta el desarrollo de películas activas grado alimenticio con polímeros sintéticos reciclados post-consumo aún son considerables. Por ello, se continúa realizando investigación para lograr interacciones interfaciales entre el polímero sintético y los complejos de inclusión que permitan la liberación sostenida y controlada de los aceites esenciales con el objetivo de desarrollar empaques alineados a la visión de economía circular que prolonguen la vida de anaquel de los alimentos.
Referencias:
ALPA. (2024). Resina reciclada que genera hasta 87 % menos de emisiones de carbono. https://www.plastico.com/es/noticias/resina-reciclada-que-genera-hasta-87-menos-de-emisiones-de-carbono. Revisado el 30 enero 2024.
FAO. (2020). La FAO busca reducir la pérdida y desperdicio de alimentos. https://www.jornada.com.mx/noticia/2020/08/02/sociedad/la-fao-busca-reducir-la-perdida-y-el-desperdicio-de-alimentos-4590. Revisado el 30 enero 2024.
Flores-Silva, P. C., Aguilar-Padilla, G., Sifuentes-Nieves, I., González-Morones, P., Ledezma-Pérez, A., Hernández-Hernández, E., & Ramírez-Vargas, E. (2023). Post-consumer Recycled PET Active Films Containing β-Cyclodextrins-Based Inclusion Complexes with Essential Oils: A Comparative Study between Processing Methodologies. Journal of Polymers and the Environment, 1-11.
Lau D. (2021) Reimagining the future of plastics. https://ecos.csiro.au/reimagining-the-future-of-plastics. Revisado el 30 enero 2024.
ONU. (2022). Hacer frente a la pérdida y el desperdicio de alimentos: una oportunidad de ganar. https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/hacer-frente-la-perdida-y-el-desperdicio-de-alimentos. Revisado el 30 enero 2024.